viernes, 6 de mayo de 2011

Solemnes y quirománticos



En el Palacio del Relax auspiciado por el banco Supervielle, una cola de argentinos preocupados por lo que va a pasar se amucha en torno a la sala José Hernández y conversa, tapados y bastones en mano. El único blackberry de la fila twittea que a Mica, gracias a la tarjeta del Club La Nación, le regalaron un libro de Stephen King que no le gusta porque le da miedo. Hay un enorme panel blanco, a modo de libro de visitas, en donde el banco invita a los transeúntes a dejar su opinión sobre la 37a edición de la Feria del Libro. Entre los “muy lindo todo” garabateados con marcador, se superpone un reclamo por libros más baratos y más de un “Néstor vive”.

Ya dentro de la sala, comienza a debatir el panel auspiciado por el diario de los Mitre: “Argentina, momento crucial: ¿qué pasará?” Pablo Sirvén intenta articular los comentarios de tres de sus columnistas: Joaquín Morales Solá, Eduardo Fidanza (consultora Poliarquía) y Natalio Botana. Morales Solá es el primero en diagnosticar: “Estamos en un proceso electoral y se puede afirmar que en este escenario la presidenta gana en primera vuelta. La sociedad argentina está de luna de miel con el gobierno. Cristina es una nueva presidenta, una persona distinta desde su viudez.” Quince minutos después, dirá que estamos en una sociedad enferma, que reclama con urgencia un médico en forma de líder político que hable de los temas que verdaderamente interesan: inflación e inseguridad. Y ese médico no aparece.

Botana aclara que se siente incómodo haciendo predicciones. Sin embargo se inclina, decidido, sobre el escritorio punzó y anuncia tiempos de inflación en aumento, baja del consumo, pobreza, una segunda crisis financiera internacional y, finalmente, estancamiento económico. Cita a Hobbes y afirma que la Ciudad de Buenos Aires se está convirtiendo en una megalópolis imposible de controlar. La inseguridad urbana es insostenible y seguirá aumentando. “Esto es lo que va a pasar” sentencia. Y vuelve a relajarse sobre el respaldo de su silla negra.

A las cejas de Fidanza le inquietan un poco los comentarios del historiador. Replica que las razones de un voto tienen más que ver con la economía que con la política. Pareciera que los ciudadanos votan con el bolsillo, y en este escenario, dice Fidanza, “hoy estamos mejor”; el salario es más alto que la inflación, el consumo está en aumento, y el desempleo es menor que el que había en décadas anteriores.

Las exposiciones continúan y el periodista de TN procura dirigirle al menos tres miradas directas a la lente del fotógrafo profesional que ronda el escenario. Concluye que la oposición va a perder, porque nadie se anima a apostar por un gobierno que tal vez no pueda lidiar con los problemas que ahora se soportan. Algo así como “no cruzar el río sin mirar la otra orilla”, dice. Los cuatro afirman que la inflación está mantenida -”no se padece, como se padecía en otras décadas” dice Morales Solá-, pero coinciden en predecir que no tardará en salirse de control.

Se acerca la hora de la cena. Fidanza se dirige a la audiencia: “Yo los miro y puedo darme cuenta de que si hacemos una votación acá, Cristina pierde por el 99.9 por ciento de los votos. Pero quiero insistir en que la clase media de la Argentina tiene una opinión pública muy volátil, es una clase que no se moviliza a menos que les toquen las cuentas bancarias. Y para construir una opción distinta hace falta voluntad, deseo, y sobre todo, participación.” El público aplaude la tribuna de doctrina, se acomoda los abrigos y continúa su paseo entre las góndolas de libros de la Sociedad Rural.

1 comentario:

  1. ¡Salud a las crónicas!

    Creo, por lo menos a partir de esta pequeña ventanita sobre la Feria y de esta charla en particular, que los panelistas pusieron en funcionamiento estrategias discursivas dirigidas a despertar "algo" en el público. A partir de ciertas críticas a la clase media, se les dice elegantemente "dejen de mirarnos como monos y pongansé a hacer algo para que Cristina no gane".
    Ante la incapacidad de la oposición política e intelectual para construir una alternativa superadora, se apela a la sociedad a que participe. Quizás el tiro les salga finalmente por la culata. Ojalá.

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